Mucho tiempo es el que he pasado sufriendo en carrera. Un dolor en la parte baja y externa de la rodilla derecha me hacía parar antes de llegar al kilómetro 3.
Un dolor insoportable, un pinchazo que me calentaba la rodilla y más aún la moral.
Lo dejaba descansar una semana y me probaba, nada, todo seguía igual.
Dejaba dos semanas de descanso, y no había ninguna diferencia, siempre igual, dos kilómetros, quizás tres y aparecía el indeseado recordándome que no se había ido.
Me cambió el caracter y el estado de ánimo, pasé de entrenar de 3 a 5 horas diarias durante mucho tiempo a no poder hacer ni el huevo.
Me dolía en bici, más soportable que corriendo, pero me dolía, y si apretaba mucho aumentaba la intensidad del mismo.
Nadando, me dolía nadando, increíble, pero si nadaba batiendo, a partir de una hora de agua, el pinchazo suave se presentaba sin ser invitado, no era tan fuerte como para obligarme a parar, pero me acojonaba. De hecho estuve tiempo "temblando" y dudando de la posible lesión.
Me decidí por ir al médico después de mucho insistirme en casa, radiografía, y poco más. La radiografía no mostró nada y el médico me da cita para el trauma. Hablando con él me dice que habrá una lista de espera de tres años, SÍ, 3 AÑOS!!!!
Hablo con un colga y antiguo compañero de trabajo, Javi Olea, maratoniano, y le comento el problema y que tengo pendiente hacerme una resonancia. Me cuenta que tuvo el mismo problema y que lo solucionó con una eco y un fisio y me sugiere que haga yo lo mismo antes de gastarme la pasta en una clínica privada. Total, no perdía nada.
En Fuerteventura me dirijo a la clínica Ergodinámica, me atiende Alberto, y después de una charla y palparme la pierna unos segundos tiene clara la lesión. Me tranquiliza diciendo que es habitual y que tiene fácil solución. Cintilla iliotibial. Concertamos cita para tratarlo y me "amenaza" con que voy a sufrir. Tiemblo de nuevo, no soporto los masajes de ningún tipo.
Llega el día D, nada más sentarme en la camilla comienzo a sudar, será mi segundo masaje. Crema en las manos y comienza el castigo. Veo las estrellas de cerca varias veces, pero poco a poco va disminuyendo el dolor, las estrellas cada vez están más lejos y mi pierna más cansada. Cuarenta minutos de masaje y notaba agujetas en la pierna. Me levanté como si hubiera hecho una sesión de piernas intensa. Salgo dolorido pero sonriendo. Me recomienda tres días de reposo y que me pruebe.
Tres días más tarde, me calzo las zapatillas, nos saludamos como si fuéramos dos desconocidos, noto extraña su pisada, su ligereza, unos primeros pasos desconocidos y en pocos metros corro como antes, miro el reloj y 4:40, vamos bien, pero sólo llevaba 1km. Continúo, cero molestias, sigo, 2km, más metros, más zancadas, sonrío como un niño, me cruzo con gente y pensarán que soy medio bobo, un tio corriendo y riendose como un loco. Al final me salieron casi 6km sin dolores pero con el rotuliano ligeramente cargado.
Vuelvo al fisio, le comento la alegría y el nuevo problema, le resta importancia, segunda sesión de masaje, y el problema del rotuliano se debe a una pédida de masa muscular. Solución, pesas, fuerza y poco a poco a volver a la rutina.
Y ahí es donde me encuentro ahora, recuperando el estado de ánimo, la alegría, los entrenos, y la vida. De momento no me voy a inscribir a nada, tengo mucho que recuperar, y no sólo a nivel físico. Tengo que recuperar el tiempo con la familia, amigos, las cañas, y una vida que tenía y que ahora había dejado a un lado para pedirles que me acompañaran. Ahora soy yo quien tiene que ser esa compañía.
Nos vemos entrenando y ahora también, en los bares.
Somos más grandes de lo que creemos. El título de este blog viene por un regalo recibido hace tiempo, en el que aparecía la foto de un iceberg. Desde que vi esa foto, en la que se mostraba la parte sumergida del iceberg, me hizo darme cuenta que todos tenemos algo oculto que nos puede llevar a donde elijamos. Esa parte será la que consiga hacerme cumplir el sueño de ser finisher en el medio, y por qué no, algún día hacer el triatlón con mayúsculas, el Ironman.
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