Llevo días sin actualizar el blog, y no es por otra cosa que el tiempo dedicado a entrenar, aumentar no sólo el volumen, sino la intensidad hacen que mi tiempo se haya visto reducido considerablemente y el poco que me queda libre, pues pocas ganas me han dejado de pasar por aqui, aunque eso no es justificación.
Estas últimas 3 semanas, he estado aumentando mucho volumen, habiendo hecho sólo 3 días de una sola sesión, donde la tónica habitual está siendo hacer un pequeño triatlón diario. Nomalmente sólo combino 2 de los ejercicios, pero si estos dos son bici y correr, suelo terminar con unos metros de natación, para relajar un poco.
Me voy encontrando mucho mejor, y físicamente noto que recupero perfectamente en una noche, que por mucha caña que me de, y muy cansadas que tenga las piernas por la noche, se despiertan como nuevas y dispuestas a pegarse una carrera o lo que toque.
Gracias al rodillo BKOOL (rodillo con posibilidad de conectarlo a internet), he podido realizar un reto que plantearon, y consistió en hacer los últimos km de las etapas 9-20 del tour, el reto que planteó BKOOL fue realizar esas etapas a cambio de una equipación ciclista de su marca. Perfecto, no sólo me venía bien la equipación (entrenando a diario nunca se tiene suficiente ropa) si que además me serviría de motivación extra para entrenar a diario. Total, que desde el día 8 de Julio no descansé hasta el lunes 23 de Julio, siempre combinando rodillo, con carrera, con natación o las tres cosas, y añadiendo a esto sumas las clases dirigidas de circuit training a las que asisto en el gimnasio. Esos 15 días sin descanso se me hicieron un poco pesados al final, y las piernas se quejaban antes de tiempo, salía a correr a partir del km 7 avisaban que estaban ahí, en bici no aguantaba cambios de ritmos durante mucho tiempo ni muchos en una misma salida y nadando los tirones hicieron acto de presencia en varias ocasiones, pero nada que unas sales de magnesio y potasio no puedan arreglar.
El lunes 23 fue el primer descanso en 15 días, y se agradeció poder tener toda la tarde libre, que ahora que estoy escribiendo esto, hubiera sido el día ideal para escribir en el blog, pero no, ese día era de DESCANSO y así me lo tomé, igual de estricto que cuando toca entrenar.
Esta semana he comenzado los entrenos el martes, y ayer salí a rodar por primera vez con el acople de TRI, los primeros metros parecía que estaba aprendiendo a andar en bici, luego bien, pero después de 63km que me salieron al llegar a casa, el dolor de las cervicales me dejaron en el sofá, de piernas hubiera podido salir a correr, que era el plan que tenía, pero el cuello no me dejaba, hoy y mañana repito sesión de acople, a ver si poco a poco me adpto, aunque ya casi no tengo tiempo de adaptación. La velocidad que pude mantener y la cadencia no fueron malos en uno de los pocos días del verano que el viento nos dejó disfrutar, pude llegar a casa con 28,5 de media y sin ir a fundirme, así que contento por la velocidad.
Os contaré qué tal esta semana con el acople.
Somos más grandes de lo que creemos. El título de este blog viene por un regalo recibido hace tiempo, en el que aparecía la foto de un iceberg. Desde que vi esa foto, en la que se mostraba la parte sumergida del iceberg, me hizo darme cuenta que todos tenemos algo oculto que nos puede llevar a donde elijamos. Esa parte será la que consiga hacerme cumplir el sueño de ser finisher en el medio, y por qué no, algún día hacer el triatlón con mayúsculas, el Ironman.
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